Las hay de diseño más tradicional con el tejado a dos aguas y más cúbicas con la cubierta recta. Mejor que tengan ventanas, algunas incorporan puerta y otras solo el vano (déjalo al descubierto o instala una cortina de tela), algunas cuentan con terraza o porche y, según la altura a la que estén ubicadas pueden necesitar un par de escalones para acceder, una larga escalera o, incluso, una cuerda con nudos para ascender.
Una vez que la tengas construida, podrás dejar la casita en acabado madera, aplicar algún barniz protector o lasur (para el caso de las maderas con tratamiento autoclave) o pintarla. Y como seguro que disfrutas con este proyecto, más tarde puedes amueblar el interior con un banco para que se tumben los niños o una mesita.
También puedes comprar tu caseta y parque infantil de exterior en LEROY MERLIN. Vienen preparadas para encajar directamente los tablones que al ser madera cruda puedes decorarla pintando la caseta tú mismo o incluso acompañado del que será el nuevo dueño de la casita de juegos en el jardín. Puedes dejar volar la imaginación de modo que personalices cada parte de la caseta: las puertas y ventanas decoradas con un estilo y el resto de la casita de otro.
Cuantas más ventanas tenga, mejor será la ventilación y podrás controlar los movimientos de los pequeños. Si, por el contrario, decides dejar solo la puerta de entrada tienes la ventaja de que el espacio interior aprovechable será mayor y podrá servir como lugar de almacenaje de los juguetes cuando los más pequeños no la estén habitando. Además, las paredes serán un lienzo en blanco para que los niños las decoren como todo lo que se les pase por la cabeza.
A la propia casita le puedes añadir los complementos más adecuados para que la diversión de los niños no acabe nunca. ¿Qué te parece tomar unos resistentes tablones para construir un banco y una mesa de madera al más puro estilo merendero? Fíjalos anexos a la casita principal y así podrán compartir un día de camping al aire libre con sus compañeros de juego sin salir del jardín de casa.
¿Y si más que una casita de madera dedicas a tus hijos una auténtica mansión en el jardín? Con una caseta de planta alta los más pequeños de la casa podrán acceder a ella a través de una escalera. Se sentirán como auténticos reyes y disfrutarán de un poco de independencia cuando les visiten sus amigos y familiares. Además, teniendo la casita en altura el mantenimiento de la madera será menor al estar menos en contacto con la humedad del suelo en las épocas lluviosas.