Las camelias son pequeños árboles y arbustos que pertenecen al género Camellia. Este género engloba a unas 250 especies de pequeños árboles y arbustos con flores, procedentes de zonas tropicales y subtropicales repartidas entre Japón, China y más regiones de Asia sudoriental. Las flores suelen tener una media de 5 pétalos -aunque difieren en forma según la variedad- y las habrás visto en varios colores (incluso, en algunas ocasiones una misma planta puede tener flores de distinto color o bicolor).
¿Qué necesitas para cuidar camelias?
- Camelias
- Sustrato
- Macetas (suficientemente grande para que crezca. No conviene cambiar demasiado de maceta)
- Fertilizante
- Agua
Cuidados básicos de la camelia: recomendaciones
Las camelias crecen tanto en climas húmedos y suaves durante el verano como fríos en el invierno. Pero debes evitar exponerlas a climas extremos ya que el sol directo y excesivo puede quemar sus pétalos y las heladas congelan las flores. Estos son los cuidados básicos que debes respetar:
- Necesita mucha luz (aunque no sol directo en las horas de más calor)
- Evita los cambios radicales de lugar y ubicaciones con fuerte viento.
- Usa tierra árida con un pH ácido. Añade una capa de tierra de brezo, tierra de castaño o turba rubia a la tierra para lograrlo.
- El abono ha de ser rico en fósforo, hierro, potasio y magnesio durante la época de crecimiento. Busca uno específico para camelias o plantas acidófilas.
- Recurre a fertilizantes durante los primeros meses de plantación y la temporada de floración.
- No riegues la camelia con agua que tenga exceso de cal. Lo mejor es regarla con agua de lluvia o mineral, pero no del grifo. Puedes mezclar el agua del grifo con algo de vinagre para reducir el efecto de la cal. Siempre agua tibia.
- En cuanto a la cantidad de riego, durante el verano riega la camelia de forma constante y durante el invierno, moderada.
- No mojes las flores.
- En los tres meses de floración necesitan poca agua. Así conseguirás que sus pedúnculos se formen fuertes y soporten el peso del capullo sin partirse.
Si cultivas camelias en interior, uno de los cuidados básicos es que prestes atención a la calefacción porque es sensible a ella. Durante los meses en que la enciendas, llévate la camelia a un lugar fresco y húmedo de la casa o sácala a la terraza. La humedad debe ser superior al 60% y la temperatura entre 5-12ºC en invierno.
La época ideal para podar una camelia es después de la floración (primavera-verano). La forma de hacerlo es despuntando todas las ramas y cortando por encima de la segunda o tercera yema desde la inserción del brote. Con esto lograrás que al siguiente año aparezcan nuevos brotes que darán más flores. Retira también las hojas en mal estado.
Cuidados básicos de la camelia: problemas y soluciones
Si notas que tu camelia pierde los capullos antes de que abran, puede deberse a un exceso de agua en el riego. Comprueba que drena bien. También es probable que la temperatura del entorno haya cambiado bruscamente.
¿Aparecen hojas amarillas? Entonces el sustrato no es el más adecuado. Puede que no sea suficientemente ácido. También puede suceder que le esté dando demasiado sol fuerte y directo.
En el caso de que veas unas manchas plateadas o blancas en las hojas puede deberse a algún hongo por una humedad alta en el entorno o en la tierra (exceso de riego).
Las hojas con bultos indican que la camelia tiene roya (hongo). Usa un fungicida específico.