La cerámica es un revestimiento perfecto para dar a tu salón el aire decorativo que prefieras en el suelo, muros y tabiques. Podrás crear ambientes neutros y contemporáneos, acentuar su estilo urbano o imprimirle un toque rústico actual. Juega con sus nuevas tonalidades para generar atmósferas serenas, y emplea colores diferentes en suelos y paredes. En gris piedra, antracita, marfil, miel y arena tostado son ideales para disfrutar de superficies naturales y envolventes.
Si te gusta el aspecto de la madera, no renuncies a ella. Hay muchas propuestas novedosas con las que es posible tener en el salón toda la calidez de este material mediante relieves y detalles de gran realismo. Puedes optar por piezas grandes que producen ese efecto gracias a sus dibujos de nudos y vetas. Renueva el suelo con él, e incluso alguna pared para hacer un gran mural.
Otras alternativas son los modelos cerámicos que imitan modernas tarimas, y los que recrean los parqués de toda la vida con sus inconfundibles tableros tipo damero, o bien lucen listones desgastados de una misma gama o multicolores, llenos de personalidad. Cualquiera de ellos quedará perfecto como revestimiento único, para delimitar zonas concretas del salón, o para recubrir otras superficies, por ejemplo escaleras y otros desniveles.
Las soluciones cerámicas que recrean muros de mampostería son otra atractiva propuesta, sobre todo si te gusta la estética natural que produce este tipo de revestimientos. Se presentan en un abanico de tonalidades que reproducen fielmente los matices de las piedras: marrones oscuros, azulados, cremas y grises.
Tal vez prefieras dar un aire más urbano al salón, un tanto industrial. Nada como las piezas grandes cerámicas, pues recrean superficies de cemento pulido en gris claro y blanco y además te permitirán crear suelos continuos, sin apenas uniones. Si tu idea es que el salón luzca una imagen campestre, o rústico actual, plantéate cubrir el suelo con una cerámica recomendada para exterior, con piezas de acabado degastado que le dará un aspecto muy auténtico y envejecido por el paso del tiempo.