En la decoración de tu baño de repente habrá un antes y un después cuando el espejo irrumpa en él. Además de sus prestaciones funcionales, con o sin luz, añadirá identidad por su diseño, el material que lleva y el acabado del canto. El secreto será que sintonice sutilmente con el resto de las líneas estéticas que mandan en el cuarto. ¿Qué look has elegido para él?, ¿Es muy actual o tecnológico, posee un bello aire industrial, predomina en el lo natural o es más bien clásico?
Si presumes de un baño marcadamente moderno o minimalista, con muebles y sanitarios contemporáneos, lo ideal es que tu espejo sea una suma de todo. Un elemento sencillo y bello por lo depurado de sus líneas. Por ejemplo, diseños muy limpios, libres de marcos, donde sus formas geométricas son parte de su atractivo: rectangulares, cuadrados, ovalados, redondos y hasta hexagonales, pondrán un toque chic al ambiente sin renunciar a la tecnología de última generación. Muchos de ellos son modelos retroiluminados. Te encantará la luz LED integrada que emiten -algunos iluminan delicadamente el contorno del cristal-, y la facilidad con que se encienden mediante sensores táctiles que no se ven. Darán una dosis de luz neutra perfecta como complemento a la iluminación de la zona del lavabo. Quizá prefieres modelos que añadan color y un guiño romántico. Nada como los espejos redondos rematados con marcos acabados en tonos intensos que son tendencia, como burdeos y berenjenas brillantes o grafito mate.
Tal vez tu espacio luzca una decoración de corte clásica, inspirada en una estética que es un homenaje a los baños de toda la vida. Es muy probable que hayas jugado con materiales tradicionales en los muebles y complementos, como la madera, y que sean diseños más trabajados. Si es así, descubre el encanto de los espejos decorados: desde modelos rectangulares con adornos de motivos florales sobre el propio espejo, a piezas redondas rematadas con dibujos un tanto barrocos, propios de la cerámica clásica. Junto a ellos también te seducirán las versiones actuales que son un guiño a los espejos de otras épocas, con una imagen muy entrañable, como los modelos tipo camerino con estantes de madera.