Disponer de un espacio bien organizado, cómodo y lo suficientemente aislado es esencial para poder aprovechar las horas que pasamos trabajando en casa. Más amplio o más reducido, podrás sacarle el máximo partido al espacio con estas ideas fantásticas.
Lo primero que debes hacer, antes de disponer tu zona de trabajo en casa, es buscar un espacio tranquilo, silencioso, alejado de cualquier distracción. De este modo, podrás aislarte de la actividad de la casa mientras estás trabajando. Si tu casa es pequeña y no tienes la opción de contar con una habitación tranquila para instalar tu estudio, coloca el escritorio en un rincón lo más apartado posible, debajo del hueco de la escalera, por ejemplo, o en el dormitorio.
Incluso es buena idea, si es posible, aislar la zona de trabajo con algún elemento divisorio como un panel, un estor o un biombo.
También es importante conseguir que el espacio resulte acogedor y confortable. Para ello apuesta por materiales como la madera para el suelo o los laminados para los revestimientos, y combínalos con otros diferentes, como el cobre o el cristal, que aporten dinamismo.