Los tradicionales materiales de fabricación de tiestos y jardineras conviven con otros nuevos, que aportan ligereza y resistencia, así como acabados estéticos que se adaptan mejor a los diferentes estilos decorativos: urbano, rústico, moderno, minimalista, vintage... Si tienes en cuenta la estética de tu casa a la hora de elegir los modelos, tus macetas más bonitas añadirán un plus de estilo.
Cerámica de barro o gres. ¿Eres de gustos sencillos y clásicos? Seguro que pensarás que los tiestos de barro son los mejores. Este material es perfecto para exterior, ya que mantiene la necesaria humedad de las plantas, y resiste muy bien el sol y las heladas. Con el tiempo puede crear una pátina vegetal preciosa, que le da un aspecto envejecido muy atractivo. Los diseños, además, son muy variados. Hay macetas con forma de cántaro, tinaja, ánfora... Colocadas entre las plantas de tu jardín o terraza, añaden un toque romántico a cualquier rincón.
Resina. Las macetas de este material apenas pesan, se pueden mover fácilmente y ofrecen originales acabados. Para animar un espacio de tu casa, coloca una composición de tiestos de diferentes colores formando un conjunto armonioso. O, por el contrario, alterna diseños muy distintos entre sí, para crear un llamativo contraste.
Polietileno. Imita con total convicción cualquier material: piedra, madera, fibras naturales como el mimbre o el ratán... Es ligero y duradero, por lo que las macetas de este material resultan magníficas para adornar interiores y exteriores.
Madera. Las macetas suelen estar fabricadas en pino y tratadas con autoclave, lo que ofrece gran resistencia a la humedad y a la pudrición. El material se integra muy bien en todos los ambientes y en estéticas urbanas y camperas. Además, si las macetas están al aire libre, en jardines y terrazas, puedes mantenerlas como el primer día aplicando un tratamiento específico para maderas de exterior. Hay varias posibilidades. Lasures, barnices, aceite de teca... Los lasures penetran en el poro del material dejándolo abierto, lo que permite la regulación de la humedad y una perfecta adaptación a los cambios de temperatura. Además, no se cuartean con el paso del tiempo y su mantenimiento es más sencillo, ya que no precisan lijado previo. Puedes dar a tus tiestos un acabado mate o satinado, el primero resulta más natural, aunque el segundo dura más. También son muy indicados a la hora de renovar y nutrir la madera de forma eficaz el aceite de teca y los barnices para exterior... Y a todo ello se añade un plus: los productos protectores pueden ser incoloros o con distintos colores, con el fin de armonizar mejor con el resto de la decoración y de reforzar la protección solar.
Coloca tus plantas en balcones, terrazas, jardines... o, por supuesto, dentro de la casa: tendrás garantizada calidez y belleza natural.