Laminados: resistentes y económicos
Una opción resistente, fácil de limpiar y bastante económica son los laminados de alta presión. Este material resiste muy bien el desgaste, el calor, las manchas y la humedad, y no cambia de color por la acción de la luz o la temperatura.
Además, están disponibles en una gran variedad de colores y texturas. Los últimos diseños de laminados sintéticos reproducen cualquier material de manera realista, incluida la madera, el metal e incluso la piedra.
PVC: versátil y asequible
¿Quieres muebles con molduras o brillantes? En ese caso, quizás necesites un polilaminado de PVC, que cubre incluso los cantos y se aplica mediante calor, por lo que se adapta a diferentes formas y relieves.
Resiste muy bien el contacto con el agua, aunque no tanto el calor. Puede presentar un aspecto similar a la laca, con la ventaja de que es bastante más económico.
Lacados: estéticos y de calidad
Con una variedad de colores enorme, los lacados son muy estéticos, porque la superficie lacada es uniforme y satinada, con un tacto inigualable. El lacado brillo, por ejemplo, parece de cristal, algo que ningún otro material puede conseguir.
Tienen menor resistencia a los golpes y arañazos, pero admiten reparaciones.
El laborioso proceso encarece estos muebles, que generalmente están compuestos por un tablero aglomerado, resistente a la humedad, y son más delicados a la hora de limpiar que los materiales sintéticos.
Madera: calidez y belleza
Pueden estar fabricadas con madera maciza o con tablero de partículas de madera recubierto por una chapa de madera maciza. La variedad es enorme, tanto por la diversidad de maderas (roble, haya, cerezo, mukali…), como por el efecto de los barnices protectores de poliuretano.
Destacan por su belleza natural y la calidez. Además, tienen una alta durabilidad. Para mantenerlas en perfecto estado, hay que evitar golpearlas o rayarlas, además de limpiarlas con productos específicos para madera.