¿Te gustaría tener una brújula especial que eligiera el color correcto para cada habitación? Dado que la orientación de una habitación determina la calidad de la luz que a su vez cambia la percepción del color es importante saber qué gama es la más adecuada para cada orientación. ¡Síguenos!
Las habitaciones orientadas hacia el sur se benefician de abundante luz durante todo el día así que puedes atreverte con casi todo. Para reforzar esta sensación de luminosidad es mejor reproducir los colores claros. Tienes la posibilidad de elegir entre la gama de azules aguamarina muy pálidos y los colores neutros con un toque de rojo como los blancos rosados o los anaranjados. En el primer caso, optarás por un ambiente más actual y en el segundo por otro más clásico y cálido.
La orientación norte es la más complicada. De hecho, la luz en el lado norte es bastante débil y fría. ¡Un verdadero desafío! La ventaja es que es estable durante todo el día independientemente de la hora. El primer impulso que tenemos a menudo es buscar un color claro para potenciar la luz. Puede ser una opción pero es mejor evitar los tonos grises o azulados que podrían ser más duros bajo la luz del norte. En este caso, opta por los colores arena con un toque de amarillo. La otra opción es no ocultar la ausencia de luz sino aprovechar el claroscuro para crear una atmósfera más teatral. En este caso, elige un color morado oscuro, marrón chocolate o el rojo cereza casi negro.
Las habitaciones orientadas al este disfrutan de una hermosa luz matinal, fresca, que se vuelve más fría al final del día. Sigue la línea marcada por la luz eligiendo tonos que contengan el azul o el verde. Un blanco coloreado con un toque de azul aguamarina puede funcionar muy bien para que la habitación resalte al final del día. Es una forma de enfatizar la luminosidad del color más claro cuando llega la noche.
En una habitación que mira al oeste, la luz varía mucho durante el día. Fría al comienzo de la jornada pero caliente al final de la tarde. Un color que funciona muy bien en ambos casos es el blanco que irradia luz sea cual sea su calidad. O un gris neutro, muy claro, que puede tener el mismo efecto. Si deseas sublimar la luz del atardecer, especialmente si disfrutas de la habitación en ese momento, decídete por un toque de rojo. Una pintura rosada muy clara o más intensa pondrá a todos de buen humor cuando el sol se ponga.
Recuerda que las bombillas también influyen en la percepción del color. Hay bombillas que emiten una luz cálida y dorada y realzan la calidez de los colores a su alrededor mientras que las luces blancas o azuladas, como los LED muestran los colores tal como son. En las etiquetas de las bombillas encontrarás la mención IRC o Índice de Restitución del Color. Cuanto más se acerque a 100, más fielmente reflejará los colores.
Si quieres estar seguro/a, pinta un cartón con el color elegido y colócalo en diferentes partes de la habitación a diferentes horas del día. De esta forma, podrás evaluar cómo se comporta el color en su futuro emplazamiento.
