Y es que no solo hay que pensar a lo grande. Puede que te guste lucir un árbol en el salón o en el jardín o decorar con maxi muñecos y figuras. Pero quizá prefieres una solución decorativa más discreta. Toma nota de estas ideas y súmalas a las que ya tienes en la cabeza. Úsalas para que se sienta la Navidad más allá del árbol o del belén.
Decora las puertas. Son elementos decorativos de los que tendemos a olvidarnos, te proponemos adornarlos con detalles que ayudarán a crear ambiente navideño. Escoge adornos colgantes para las puertas de cristal, que se verán desde ambos lados de la puerta cuando esté cerrada. O bien pequeños detalles colgados de pomos y tiradores.
Las baldas, repisas o cuadros. Sobre el aparador del comedor, la consola del recibidor o junto a los libros en una balda. Coloca pequeños muñecos, figuras o colgantes entre los adornos que luzcan habitualmente en tu casa. También colgando desde la balda. Solo tienes que sujetar el adorno con un poco de cinta adhesiva o con el peso de algunos botes, un jarrón o libros. Así, hasta la cocina se viste de Navidad. ¿Qué te parece colgar de una esquina de un cuadro un adorno?
Detalles en los textiles. ¡Las cortinas y estores son el objetivo! Detalles que dan un toque especial, tanto al colgar unos adornos en el estor o hacer unas abrazaderas de inspiración navideña para recoger las cortinas. Copia estas idea:
No te olvides de las zonas de paso. Son espacios que muchas veces se quedan desangelados. ¡Ponle fin! Una figura o muñeco es perfecto para lucir en un rincón. Además, si piensas en algún adorno luminoso podrás dejarlo encendido. Y de los percheros siempre puede colgar un adorno o varios…
La chimenea. Si tienes la suerte de contar con una, decórala. Quizá es el sueño de todo el que adora la Navidad: colocar calcetines en la embocadura. ¡No te quedes con las ganas! Y si la tuya es de imitación o no la vas a encender, decora el hueco interior con sacos o figuras.