Este espacio limitado, de forma alargada, que habitualmente utilizamos como zona de paso puede convertirse, sin embargo, en lo más destacado de nuestra decoración. Con un poco de creatividad puede llegar a ser incluso el punto divertido de la casa. ¿Te atreves? Te mostramos cómo conseguirlo.
Utiliza el color para hacer desaparecer la longitud del pasillo como por arte de magia. Al elegir pinturas de colores vivos se puede romper fácilmente la sensación aburrida que genera la perspectiva. Hay muchas maneras de jugar con los colores, ya sea con rayas horizontales en una sola pared o con techos y suelos de color claro para dar sensación de altura.
Seguramente esta idea se te habrá pasado por la cabeza en más de una ocasión y aunque no es de las más atrevidas resulta, sin embargo, una solución inteligente para suplir la falta de espacio además de conseguir el efecto deseado. Al instalar la biblioteca en el pasillo, optimizas los volúmenes con gran eficiencia y le das una funcionalidad que no tenía. Los estantes poco profundos, por ejemplo, te permiten colocar libros de bolsillo incluso en los pasillos más estrechos.
La pared del pasillo, plana y lineal, puede tomar relieve si usas cajas de diferentes profundidades, baldas o espejos que difuminen su superficie. Siéntete libre para crear en armonía y organizar aleatoriamente los elementos sin demasiada alineación o mediante una tonalidad de colores suaves que refuerce esta sensación.
Convierte tu pasillo en una galería de fotos, un espacio de exhibición para tu colección de jarrones, tus figuritas de tu película de ciencia-ficción favorita o incluso para crear collages creativos. Al llamar la atención sobre lo que está en la pared, nos olvidamos de ella. Y este espacio aburrido se convierte en un territorio por explorar. Si buscas un efecto más teatral, juega con la iluminación. Puedes optar por los focos sobre los cuadros o las lámparas industriales si prefieres una iluminación más suave.
Es cierto que el pasillo es la zona de paso por excelencia pero ¿y si, justamente hacemos lo contrario? Al decorar el pasillo como una sala de estar los complementos sugerirán la comodidad de un espacio donde pasar el tiempo: muebles confortables, cojines, una lámpara del siglo XVII, una consola elegante o alfombras clásicas. Todo cabe. Otro truco es pintar la pared del fondo de un color oscuro para dar profundidad y crear un zona perfecta donde la consola, la mesa o la iluminación cuidada harán que quieras quedarte.
¿Cómo darle a tu pasillo alargado un poco de diversión? Muy sencillo, con formas redondas. Usa el círculo como patrón y diseña un lienzo impresionista que borre la linealidad de la pared. Sea cual sea tu estilo, puedes encontrar distintas maneras de usar el círculo: burbujas infantiles imitando el fondo del mar, lunares multicolores o un combinado de blanco y negro para un efecto más gráfico y contemporáneo. Tú eliges.
Crear un efecto visual inesperado puede ser suficiente para dar encanto a tu pasillo. El blanco y negro generan un efecto dramático pero puedes ir aún más lejos y poner negro en el lugar más inesperado. Por ejemplo, en el suelo, en el techo o en la pared del fondo y de esta forma el pasillo queda difuminado por completo. Un truco particularmente efectivo en pasillos estrechos donde no es posible hacer muchos cambios. Elige un acabado mate que absorba bien la luz.
¿Tienes miedo de que tus paredes parezcan muy alargadas? Dirige la atención hacia el suelo. El truco más simple es colocar alfombras de colores. Y si con eso tienes suficiente, basta con cambiarlas de vez en cuando y listo. Si eres más creativo, también puedes pintar el suelo con formas geométricas, una obra de arte o incluso juegos para niños como la rayuela. Solo tienes que elegir entre las muchas opciones que te permitirán crear un suelo a tu manera.
