Instalar una puerta corredera de cristal

Dale la vuelta a la guía y coge los soportes. Uno por uno retira las bandas del adhesivo y pégalos centrando bien los agujeros.

Coge la pieza del rodamiento izquierdo y con un destornillador, empuja la pieza hacia la izquierda hasta que quede enganchada.

Afloja la tuerca de la que colgará la puerta y encaja el tope en el lateral. Este tope se encaja a presión.

Una vez cologado el tope, inserta la pieza por el extremo izquierdo de la guía.

Introduce esta pieza en la parte superior de la guía, por el extremo izquierdo. Este freno sirve para amortiguar el cierre de la puerta.

Para ello, los orificios de la guía deben quedar libres.

Utiliza la llave Allen número 3 que incluye el pack.

• Afloja la tuerca
• Inserta el tope
• Introduce el rodamiento en la guía
• Fíjalo con la llave Allen

Marca 5 cm a la iquierda del borde interior del marco, y a 209,8 cm del suelo.

Utiliza el nivel para unir ambas marcas con el lápiz y señala la marca exterior: será el punto a taladrar.

Prolonga la línea con el nivel, marcando cuatro puntos más a intervalos de 45 centímetros.

Con la broca de 8 milímetros, taladra los orificios que hemos marcado en el paso anterior.

Utiliza el mazo de goma para introducir los tacos en los agujeros. En el pack encontrarás dos tipos de tacos: para paredes ligeras y para paredes compactas.

Una vez tenemos todo listo, fijamos la guía a la pared.

¡Ya podemos preparar la puerta!

Con los tornillos incluidos en el pack, mide y atornilla los soportes a ambos lados de la puerta. El centro de cada soporte debe ir a 125 milímetros del lateral.

Con la llave Allen, afloja los tornillos de fijación de los rodamientos.

Mueve los rodamientos para centrar las tuercas con los soportes y hazlas coincidir con los enganches.

Levanta la puerta y cuélgala de los rodamientos.

Aprieta las tuercas con las dos llaves fijas del pack.

Para que la puerta se deslice sin balancearse es necesaria la guía de suelo. Esta se debe colocar en línea con el borde derecho de la puerta, para que nunca se salga de la ranura.

Utiliza el nivel para poner la puerta en la posición correcta. Si lo necesitas, pide ayuda para mantenerla en su lugar mientras marcas la posición dela guía.

Una vez la puerta está nivelada, inserta la guía en la ranua y desplázala hasta que quede alineada con el marco de la puerta.

La pestaña con el orificio quedará libre. Márcalo con el lápiz.

Retira la puerta y marca el otro orificio, utilizando la primera marca como referencia.

Una vez tenemos las marcas, haremos los agujeros con el taladro. Inserta los tacos y fija la guía al suelo.

Coloca la puerta sobre el vano, de manera que coincida exactamente.

Aprieta el tornillo de fijación del rodamiento izquierdo con la llave Allen.

Desplaza la puerta a la derecha, alineando el lateral izquierdo con el borde interno derecho del vano.

Aprieta el tornillo del rodamiento derecho.

De nuevo, lleva la puerta a la izquierda hasta que haga tope.

En la guía, mide 16 cm desde el centro del rodamiento izquierdo y haz una marca con el lápiz en ese punto.

Retira la puerta y con el destornillador, mueve el amortiguador hasta que coincida con la marca a lápiz.

Aprieta los tornillos para fijarlo en este punto.

Presenta el embellecedor en su lugar. Si lo necesitas pide ayuda para alinearlo con la guía.

Presiona para encajar las pestañas en la guía hasta que notes un clic.

Ajusta las tapas laterales y atorníllalas desde el interior.

¡Ya tienes tu puerta corredera de cristal!