Las lámparas de sobremesa son ideales para decorar, crear nuevos ambiente en las estancias y diferentes atmósferas en recibidores, salones, comedores y habitaciones.
Dependiendo de la intensidad de la luz que emitan, pueden servir para iluminar una mesa de escritorio o para dotar al espacio de un estilo específico (romántico, moderno, etc.).
La elección de las lámparas de sobremesa depende, en gran medida, de la estética que quieras conseguir para la estancia donde la vas a colocar. Además, del estilo existen otros detalles que podrían influir en tu decisión.
Cada estancia tiene una personalidad. Hay lámparas tan especiales que pueden convertirse en el elemento decorativo más importante de la habitación; otras te permitirán combinar con el resto de la estancia; y otras, hacer de contraste con el resto de la decoración.
Hay diferentes tendencias y estilos: clásico, moderno, de diseño, exótico o infantil.
Un parte del estilo decorativo la aporta el tipo de pantalla. Hay tantos tipos como modelos de sobremesa: hay pantallas o tulipas cónicas, cilíndricas, con otras formas geométricas, florales… También hay de diferentes texturas y materiales: como tela, papel, plástico metal, cerámica, vidrio… El ángulo de luz que proyecten y la focalización de la iluminación dependerán del tipo de pantalla.
Es necesario tener en cuenta la altura de la lámpara de sobremesa.
Por ejemplo, en un salón para conseguir una buena atmósfera de conversación, no dejes que la luz esté por encima de la mirada de las personas. Lo óptimo es que la bombilla quede por debajo de la altura de los ojos.
Las encuentras de varias alturas:
Hasta 15 cm (pensadas para las habitaciones infantiles).
De 30 cm (suelen ser las que se colocan en las mesillas de noche).
De 40 cm (recomendadas para salones o zonas de lectura).
Las de tamaños más grandes (también usadas en salones principalmente por su valor estético).
Existen dos tipos de encendido/apagado de las lámparas de sobremesa:
Tradicional: es el sistema que cuenta con un cable que se conecta a la luz y que se enciende y se apaga con un interruptor.
Táctil: su encendido es táctil, es decir, basta rozar la base para encender o apagar la lámpara. En este tipo de lámparas ten en cuenta que la bombilla debe ser halógena o de led regulable.
El tipo de pantalla influye también en la intensidad de luz emitida.
Si tu intención es iluminar con claridad la habitación, elige una lámpara con una pantalla translúcida (de cristal, plástico transparente…).
Si por el contrario, solo quieres una luz tenue, apuesta por aquellas pantallas opacas y semiopacas (cerámica, metal…).
La elección del tipo de bombilla es fundamental para ahorrar energía y consumo, dentro de las bombillas para lámparas de sobremesa distinguimos:
Halógenas: de encendido instantáneo, proporcionan una luz natural pero también emiten calor. Su vida útil es de unas 2.000 horas y consumen un 30% menos que las incandescentes.
Fluocompactas (bajo consumo). Tienen una vida útil de entre 6.000 y 10.000 horas y consumen hasta un 80% menos que las incandescentes. Tardan unos segundos en alcanzar a su máxima potencia por lo que se recomiendan para usos prolongados.
LED: Son las más eficientes. Tienen una vida útil de hasta 50.000 horas (más de 30 años si las encendemos 4 horas al día) y consumen hasta un 80% menos en comparación con una bombilla incandescente tradicional. No generan calor, reproducen muy bien los colores y soportan gran cantidad de ciclos (veces que se enciende y apaga la luz).
Puedes ampliar la información para decantarte por un tipo de bombilla u otra en nuestro explicativo Cómo elegir bombillas.
De led integrada. Estas lámparas incorporan integrada (no tiene una bombilla convencional, tiene una placa de LED incorporada dentro del producto). La tecnología LED es la más eficiente (consume hasta un 80% menos que las incandescentes tradicionales) y duradera (hasta 50.000 horas).
Las bombillas led pueden alcanzar un ángulo de luminosidad de 300° para proporcionar una luz general qye favorezca la visión, frente al ángulo de 150° que proyecta el haz de luz hacia arriba de forma focalizada.
El color de la luz permite crear nuevos ambientes de acuerdo con tus necesidades. Por ello, te ofrecemos unas recomendaciones a tener en cuenta:
El tono de la luz se expresa en grados Kelvin que van desde los 2700° de la luz amarilla a los 6500° de la luz blanca.
La luz amarilla de las bombillas crea un ambiente cálido. Transforma los colores de los objetos tendiendo a hacerlos más anaranjados y ocres; por eso, potencia los ambientes cálidos. Indicada para espacios rústicos, románticos, etc.
La luz blanca provoca un ambiente más frío. No influye en los colores de la habitación, por lo que la estancia se ve como se percibe con luz natural.
Hay que decidir qué tipo de intensidad lumínica se desea: tenue, suave o fuerte.
En lugares amplios, se aconseja colocar un punto de luz, al menos, cada diez metros.
No es recomendable que sitúes una lámpara de sobremesa cerca del televisor puesto que podría deslumbrar la pantalla o parte de ella. En tal caso, escoge una lámpara de pantalla opaca o semiopaca, que no deje pasar apenas la luz.