Mejora el orden en tu jardín, gana espacio de almacenaje, habilita una zona de juego exterior para los niños o amplía tu casa con una caseta de exterior. Fabricadas en madera, metal o resina, las casetas de jardín son una solución funcional que, en el caso de las de resina y metal, no requiere mantenimiento.
Antes de elegir las dimensiones de la caseta piensa en todo lo que vas a guardar en ella o en el uso que le vas a dar (almacenar, garaje o espacio de ocio).
Fíjate en si la caseta incluye suelo o no. Las casetas de metal y algunas de resina no lo llevan incorporado.
Las casetas de resina son las más fáciles de montar.
Las casetas de exterior pueden cumplir diferentes funciones:
Debes pensar en todos los objetos que vas a guardar en la caseta sin olvidarte de los pequeños elementos: muebles de jardín, herramientas de mano, maquinaria, bicicletas…
Si tienes previsto guardar objetos de grandes dimensiones como por ejemplo un tractor, elige una caseta de dos puertas en lugar de una para asegurarte de que cabe.
Antes de elegir las dimensiones te recomendamos que delimites con una cuerda el espacio exterior que quieres que ocupe.
Calcula los metros cuadrados que tienes útiles, para comprar una caseta adaptada al espacio.
Casetas de madera. Antes de elegir fíjate en si la caseta incluye suelo o no. Dentro de las casetas de madera distinguimos dos tipos:
Casetas de metal. Las casetas de metal galvanizado –resistente a los golpes y a la corrosión- apenas requieren mantenimiento (se limpian con manguera). No incluyen suelo y no están indicadas para zonas con aire salino o expuestas a fuertes vientos porque son muy ligeras.
Casetas de resina. Las ventajas de las casetas de resina son su facilidad de instalación y nulo mantenimiento. Además son resistentes al aire salino, a la incidencia de los rayos UV del sol y a la condensación. La mayoría incluyen el suelo, aunque hay excepciones: podrás consultar antes con tu vendedor en tu tienda LEROY MERLIN.
Todas las casetas, incluso las que incorporan suelo, deben instalarse sobre una superficie firme, nivelada y con un buen drenaje. No coloques tu caseta directamente sobre tierra o césped por lo que, si es necesario, haz una solera de hormigón adecuada para colocar la caseta. Deja una distancia mínima de 50 cm entre las paredes de la caseta y cualquier muro seto o macizo floral para evitar la humedad.
Montaje de las casetas de madera. Las casetas de madera se pueden instalar por ensamblaje de tableros de madera o de lamas machihembradas.
Montaje de las casetas de metal. El montaje consiste en la unión de paneles de metal mediante perfiles y tornillos.
Montaje de las casetas de resina. Las casetas de resina permiten un montaje rápido y sencillo que puedes hacer tú mismo ya que las paredes vienen preensambladas. No necesitan mucha tornillería y algunas de ellas se montan mediante un sistema de clics.
En la elección ten en cuenta también el tamaño de los objetos que vas a guardar para optar por una o dos puertas, si quieres que tenga ventanas o no y si prefieres que sean dobles o simples. Las ventanas, además, pueden incluir contraventanas o jardineras.
Algunos modelos de casetas incorporan un porche que puedes utilizar a modo de terraza o como espacio cubierto para guardar la leña.
La madera sin tratar necesita un tratamiento inicial previo para proteger la madera de los hongos, ácaros, insectos xylófagos, etc.
En caso de que la madera ya esté tratada es necesario aplicar un protector que deje respirar la madera. No tapa la veta y los encontrarás de diversos colores. Asimismo, puedes decorar la caseta con pinturas especiales para madera que la protegen de los rayos UV, de la intemperie y de la polución.