Las macetas y jardineras son elementos en los que puedes plantar desde cactus, geranios, orquídeas… hasta árboles frutales. Sus variadas formas, estilos, materiales y colores hacen de ellas un complemento decorativo para el interior de la vivienda y la terraza, el jardín o el balcón. Sin embargo en la elección no solo influye el aspecto decorativo sino que también debes tener en cuenta dónde vas a colocar la maceta y qué vas a plantar en ella.
El primer paso en la elección es saber dónde vas a colocar la maceta: en el exterior o en el interior de tu vivienda.
Existen macetas y jardineras de materiales variados: plástico, barro, madera, cerámica, mimbre…
Las macetas con sistema de reserva de agua o autorriego proporcionan un ahorro de agua del 35%.
El primer criterio para elegir una maceta o jardinera consiste en saber dónde la vas a colocar: en el interior o en el exterior. Para el exterior es necesario escoger una maceta con agujeros que garantice el correcto drenaje de la planta ya que, de lo contrario, si llueve o se riega en exceso la maceta se llenará de agua y pudrirá las raíces. Las macetas de exterior deben asegurar, asimismo, la resistencia ante las heladas o los rayos UV del sol.
Por norma general todas las macetas de exterior sirven para interior. Algunos modelos indican en la base que se pueden agujerear con un taladro y señalan la ubicación de los orificios para su uso en exteriores. Otros incorporan un tapón para tapar o no el agujero ya creado.
Para elegir el material de las macetas y jardineras es importante que tengas en cuenta dónde la vas a colocar, el tipo de clima de la zona en la que vivas, así como si vas a necesitar moverla o desplazarla con frecuencia para escoger un material más o menos pesado.
Incluyen un tratamiento que las protege de la decoloración a causa de los rayos UV del sol. Al ser impermeables, para exterior es necesario elegir modelos con agujeros para asegurar el drenaje.
Cuentan con un sistema de autorriego que permite a las plantas autoabastecerse y ahorrar hasta un 35% de agua. Funciona mediante un depósito estanco de agua conectado a unos tubos de absorción por los que la planta succiona el agua.
¿Qué vas a plantar? Algunas macetas están especialmente pensadas para las necesidades de determinadas especies como las orquídeas, las plantas aromáticas (albahaca, cilantro, perejil…) o los árboles frutales.
Las dimensiones de tu jardinera o macetero dependerán de la altura y volumen de la planta. Una maceta muy pequeña puede constreñir a la planta, sin embargo una muy grande dificulta la retención de agua.
Si las raíces de tu planta sobresalen o taponan los agujeros de drenaje o si la tierra se seca muy rápidamente son síntomas de que la maceta se ha quedado pequeña y debes trasplantar. Ten en cuenta que la nueva maceta debe ser como máximo 2 cm más grande que la anterior, si no crecerán las raíces de la planta pero no las hojas y la parte superficial de la misma. Otro aspecto importante es la profundidad de la maceta para asegurar la correcta fijación y crecimiento de la planta.