El conector para grifo es una pequeña pieza que sirve para conectar el grifo a la manguera. La manguera, a su vez, debe llevar un conector en el extremo. De esta forma grifo y manguera quedan acoplados perfectamente mediante una conexión rápida. Los conectores también se utilizan para unir dos mangueras y prolongarlas, para conectar una manguera a alguna válvula o para unir una manguera a sus accesorios como puede ser una pistola o lanza de riego.
La salida del grifo existente (es decir el extremo por donde sale el agua) determina el tipo de conector. La mayoría de los grifos de exterior tienen una salida de rosca.
También existen conectores articulados: son muy útiles, por ejemplo, para cuando el grifo está demasiado cerca de la pared y no deja espacio suficiente para acoplar un programador de riego.
¿Y si se trata de un grifo de baño o cocina?
En este caso, hay que quitar el pequeño filtro que se encuentra en la salida del grifo y observar si se trata de una rosca macho o hembra. Al igual que en los grifos de exterior, si la salida es macho necesitarás una solución con rosca hembra y si es hembra, una con rosca macho. En cualquiera de los dos casos, tienes dos opciones.
La mayoría de los adaptadores de grifo son de conexión rápida: es decir se acoplan fácilmente al conector de manguera. La unión del conector de grifo a la manguera mediante abrazadera está desapareciendo del mercado.
Hay conectores de 1 salida y también de 2 o más salidas (llamados “distribuidores”). Los distribuidores permiten conectar a un mismo grifo varias soluciones, como por ejemplo, una manguera, un programador de riego y un limpiador. También conviene dejar una salida libre para otras necesidades que puedan surgir.
Para que funcionen de forma independiente, es necesario que el distribuidor cuente con llaves de paso individuales para cada salida de agua.
Los conectores pueden ser de:
Es muy importante elegir el conector adecuado a tu manguera, ya que es necesario que manguera y conector encajen a la perfección. Las consecuencias de que no haya un ajuste adecuado pueden pasar porque en el punto de la conexión gotee agua o que cuando se quiera usar la manguera el conector se abra y el agua salga disparada a presión.
El primer aspecto que debes tener en cuenta es fundamentalmente el uso para el que necesitas el conector. Las opciones son las siguientes:
También debes fijarte en si la rosca del grifo es interior o exterior para elegir el conector que agarre con la forma de la rosca de tu grifo.
Sirven para unir tramos de mangueras entre sí.
Asimismo existen manguitos o enlaces de conexión de mangueras que permiten alargar mangueras y también sirven en caso de necesitar hacer una reparación. Los hay que sirven para poder conectar mangueras de diferente diámetro, de 1/2 o de 3/4, por ejemplo.
Una vez elegido el uso, necesitas comprar los conectores que sean del mismo diámetro que el de tu manguera. Las mangueras más habituales y, por lo tanto los conectores, son las de diámetro interior de 13 mm (1/2) o de 19 mm (3/4); los conectores más utilizados se clasifican igualmente como de 1/2 o de 3/4.
Del diámetro de la manguera depende el caudal de agua que pasa por la misma y que no haya pérdidas de agua.