La forma más básica de regar el jardín es con la manguera, pero si por pereza, falta de tiempo o porque pasamos largas temporadas fuera de casa… no podemos dedicarle mucho tiempo a esta actividad, lo mejor es instalar un sistema de riego automático programado. De este modo nos aseguramos que todo el jardín, el huerto o el césped –depende de lo que tengas- recibe el agua diaria que necesita.
Un programador de riego se conecta al grifo de agua o a las electroválvulas y permite determinar los días, las horas y la duración del riego. Es un dispositivo muy cómodo, que cuida tus plantas incluso cuando estás fuera de casa durante varios días.
Los programadores son dispositivos electrónicos -analógicos o digitales- que automatizan el riego de jardines, tiestos y huertos.
Permiten programar ciclos de riego con un horario, duración y frecuencia del suministro de agua. Cada tipo de planta requiere de una cantidad de agua y un número de riegos al día.
También influye el tipo de riego —aspersión, goteo, exudación, nebulización—, el suelo, el clima y la época del año. Suelen contar con programas prefijados, lo que simplifica su manejo, o se pueden configurar manualmente.
Además, hay programadores que tienen accesorio de sensor de lluvia y de sequedad, para regar solo cuando sea necesario.
Existen varios criterios para decantarte por un modelo de programador u otro entre la variedad existente:
Como hemos dicho no todas las plantas necesitan el mismo riego –ni en cantidad ni en frecuencia- por lo que debes zonificar tu terreno y, en función de ese dato, puedes elegir modelos multizonas que permiten un riego diferenciado en distintas áreas. Son ideales para jardines grandes y que necesiten distintas modalidades de riego.
En este sentido, debes tener en cuenta el número de electroválvulas del sistema de riego. Habrá una por cada zona a regar. Las conectaremos entre sí y también al programador.
Por el contrario, si tu jardín solo necesita una o dos vías de riego puedes instalar un programador de grifo. Son los habituales para jardines pequeños o medianos que no necesitan diferentes riegos.
Pueden ser eléctrico –enchufándolo a la corriente-. Estos modelos suelen llevar también pilas por su hay algún problema con el suministro eléctrico.
Pueden funcionar con pilas o con batería de litio.
Pueden funcionar con energía solar. Son los modelos más modernos.
Lo primero que debes saber es que la presión del agua que tienes en casa tiene que ser mayor que la presión que la que use el programador de riego.
Puedes tener un programador que funcione sin presión: está destinado para los jardines que requieran de un riego por goteo o nebulización.
Existen otros con mayor presión: destinados para circuitos de riego más grandes que funcionen por aspersión.
Las mejores horas para regar son las primeras horas del día y las últimas de la tarde. En verano, lo más recomendable es regar por la noche. Si riegas a estas horas evitarás que el agua se evapore antes de llegar a la raíz y estarás ahorrando agua.
Para alargar la vida útil del sistema de riego es importante que cada verano revises las tuberías que componen el sistema de riego, con el fin de evitar o arreglar las posibles fugas de agua.
Si tienes un sistema de riego con los aspersores, ajústalos de vez en cuando para regular los posibles desajustes; sin olvidarte de los sensores de lluvia y humedad. Estos accesorios garantizan un consumo óptimo y eficiente del sistema de riego.
En definitiva, contar con un programador de riego es una opción económica y, sobre todo, fácil de instalar. Únicamente sigue las instrucciones del fabricante.