Los bulbos de otoño son aquellos que se siembran desde principios del otoño hasta diciembre, y florecen en primavera. Tulipanes, narcisos, jacintos o fresias son los bulbos de otoño más conocidos.
Al igual que los de primavera, necesitan un sustrato esponjoso, suelto, y rico en materia orgánica. Es muy importante que el terreno drene bien ya que los bulbos necesitan un riego moderado, el justo para que el terreno no se seque. Si vas a plantar los bulbos en macetas o jardineras asegúrate de que cuentan con agujeros para eliminar el exceso de agua.
En relación con la exposición la mayoría de los bulbos de otoño (fresias, tulipanes, narciso, muscaris, iris o anémonas) se desarrollan en lugares de sol o semisombra. Solo la ixia, originaria de Sudáfrica, precisa pleno sol para crecer y florecer a finales de primavera.
El calibre, que viene indicado por el fabricante, señala el diámetro del bulbo en cm en su parte más ancha. Del calibre depende la profundidad de siembra y la distancia de plantación entre bulbos. Además, a mayor calibre más grandes serán las flores.
Antes de plantarlos en tierra o en una jardinera los bulbos tienen que estar en un lugar seco, ventilado y a una temperatura de entre 2° y 8°C. Una buena opción es guardarlos en la nevera durante una o dos semanas.
Si vas a plantar los bulbos directamente sobre el suelo, elige un emplazamiento que cumpla las necesidades de luz de la planta. Debes esponjar la tierra (ahuecarla para que quede más suelta), deshacer los terrones y enriquecerla con mantillo o estiércol. En terrenos arcillosos es recomendable añadir arena, turba o mantillo.
En caso de que la plantación sea en jardinera comprueba que cuenta con agujeros y utiliza sustrato universal.
Coloca los bulbos, con la yema apical (punta) hacia arriba, en los hoyos previamente cavados en función de la profundidad de plantación y la distancia indicada por el proveedor. Rellena con sustrato universal y riega generosamente pero sin encharcar para compactar la tierra. En zonas muy frías es aconsejable cubrir el terreno con corteza de pino para proteger los bulbos en caso de heladas.
En esta tabla encontrarás las recomendaciones de profundidad de plantación, distancia y exposición de cada tipo de bulbo. Estas indicaciones son aproximadas ya que varían en función del tipo de calibre.
Una vez transcurrido el periodo de floración de los bulbos y marchitas las hojas puedes extraerlos y volverlos a plantar en otoño o dejarlos enterrados en la tierra. En este proceso ten en cuenta que algunas variedades no deben plantarse dos veces en el mismo lugar.