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● 6 minutos de lectura ● Cómo elegir
Los sustratos y tierras para plantas son, junto con el riego, la luz, y el espacio; esenciales para garantizar el correcto crecimiento y desarrollo de tus plantas. Aunque cada especie tiene unas necesidades, todos los sustratos deben asegurar el drenaje, la aireación y el aporte de nutrientes.
A la hora de elegir el mejor soporte para garantizar el buen crecimiento de nuestras plantas, debemos considerar que no todos los sustratos tienen las mismas características ni todas las plantas los mismos requerimientos. Por ello, es necesario conocer las diferencias que podemos encontrar entre los distintos tipos de sustrato.
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1. Sustratos universales
Son aquellos cuyas propiedades se amoldan a las necesidades de la mayor parte de plantas y usos y aportan nutrientes y soporte. Los sustratos de calidad como Geolia contienen un aporte extra de abono natural orgánico para enriquecer aun más sus características. El rendimiento de estos sustratos es muy equilibrado y apropiado. Además, en el caso de la marca Geolia, el sustrato viene libre de turba, lo que supone un menor impacto ambiental y ayuda a mantener los humedales, ahorrando 5.5 kg de CO2 a la atmósfera por bolsa de 50 litros.
2. Sustratos específicos
Los sustratos específicos se enfocan hacia necesidades concretas de diferentes plantas o usos en nuestro jardín. Disponemos de sustratos para planta verde que potencian el crecimiento vegetativo de la parte aérea, sustratos para planta de flor muy adecuados para potenciar la floración, tierras para rosales, cactus, etc.
También disponemos de sustratos específicos de huerto, con un aporte extra en abono orgánico para que nuestros frutos y verduras gocen de buena salud.
3. Mantillos y enmiendas
Compuesto 100% por materia orgánica descompuesta. Este tipo de sustrato mejora la estructura del suelo y constituye una reserva de nutrientes para la planta. También trabaja en otras necesidades particulares de nuestro jardín, como puede ser la aireación. Es el recomendado para tierras arcillosas y/o arenosas.
4. Áridos y cortezas
Se colocan sobre la tierra para conservar la humedad del suelo y protegerla de los cambios bruscos de temperatura. La piedra volcánica y corteza de pino tiene, además, una función decorativa. Una capa de corteza evita de manera natural la aparición de malas hierbas.
5. Arlita, perlita y greda volcánica
La arlita son bolas de arcilla natural microporosas y ligeras que se colocan en la base de la planta para mejorar el drenaje y evitar que la planta se pudra o ahoque por encharcamiento. No todas las arcillas expandidas sirven para jardinería, es importante adquirir las indicadas para su uso en jardines y macetas.
La perlita, en cambio, es un vidrio volcánico que se mezcla con el sustrato para favorecer la oxigenación de la tierra y mejorar la retención de agua.
La greda volcánica es un tipo de sustrato formado por trozos de rocas volcánicas muy porosas. Su uso es bastante decorativo.
Primavera y otoño son las épocas recomendadas para plantar, trasplantar y/o renovar el sustrato. En el caso de los jardines, es conveniente añadir una capa de mantillo o estiércol.
Para el trasplante de plantas en maceta, es aconsejable añadir un sustrato adaptado a la especie o necesidades de la planta y desenredar con cuidado las raíces para que se asienten sobre la tierra nueva, más rica en nutrientes. Aunque no vayas a trasplantar, es aconsejable retirar las capas superiores de tierra de las macetas o jardineras y sustituirlas por mantillo nuevo durante los meses de marzo-abril y septiembre-octubre.