La imprimación es la base que aplicamos antes de pintar para preparar la zona sobre la que vamos a trabajar. Son productos para consolidar e igualar la absorción de la pintura en todo tipo de superficies. Es importante aplicar la imprimación adecuada para que los trabajos posteriores sobre esa superficie tengan un buen acabado.
La imprimación es el producto de fondo que se aplica previamente a la pintura. Ofrece varias ventajas:
La capa de imprimación se puede aplicar a todo tipo de superficies para conseguir los efectos que acabamos de destacar anteriormente. Sin embargo, existen circunstancias donde se aconseja especialmente su uso:
Como la imprimación sella y prepara la superficie para que la pintura agarre mejor, su uso es muy recomendable en zonas porosas y nuevas para que la superficie no chupe más pintura de la deseada cuando se proceda a pintarla posteriormente.
En aquellas superficies muy deterioradas que necesitan de un tratamiento para que puedan absorber la pintura homogéneamente.
Cuando la superficie carece de la adherencia necesaria, como es el caso de materiales muy lisos (metal, cristal, PVC…).
Cuando la superficie es polvorienta o blanda.
Si hay varias capas de pintura, se deben eliminar antes de dar la imprimación. Si solo hay una o dos, se puede consolidar con la imprimación antes del pintado.
En aquellos materiales que requieren de una protección concreta: por oxidación, humedad…
Selladoras pigmentadas. Indicadas para sellar el poro de la madera y a su vez dar una capa suficiente para regularizar la superficie
Selladoras tapaporos. Sistema no pigmentado para sellar e igualar la madera para acabados de barnices.
Selladoras incoloras. Indicada para todo tipo de madera exterior (pino, haya, roble), excepto para las maderas exóticas. Aparte de la función selladora pueden tener otras funciones: fungicidas (evitar la formación de hongos), insecticidas (para termitas y carcomas) o bloqueador de taninos (compuestos de la madera que migran a la superficie).
En imprimaciones pigmentadas con color, la capa creada por la imprimación es opaca y uniforme por lo que oculta el material de base y, por tanto, el color natural de la superficie.
La imprimación puede ser blanca, negra, gris, roja o de tonos verdosos. El color de la imprimación influye en el acabado final del pintado. Por eso hay que elegir el que más se adecúe al resultado que quieras obtener: