Los rodapiés y cubre zócalos son piezas necesarias para cubrir la junta perimetral que hay que dejar necesariamente entre el suelo y la pared. Además, cumplen una función decorativa ya que al instalarse en la base de las paredes de las habitaciones sirven como elemento protector, ya que esa zona de la pared es especialmente propensa a recibir golpes, roces e incluso humedad al pasar la fregona para limpiar el suelo. Gracias a ellos se impide que la pintura, el papel pintado de las paredes o el revestimiento se estropee rápidamente. Un complemento que también cumple una función estética dado que se escoge del mismo material que el suelo que tengas en la estancia.
Aunque ambos elementos están indicados para instalarse en la parte inferior de los tabiques, como un complemento estético a conjunto con el suelo laminado o de madera, rodapiés y cubre zócalos existen ciertas diferencias que hay que conocer:
- ¿Qué es un rodapié? El rodapié, también conocido como zócalo, es un elemento rectangular fabricado en múltiples materiales, colores y acabados, cuya función es tapar la junta de dilatación (espacio vacío para evitar grietas y deformaciones en el suelo) existente entre un suelo y la pared. También protege las esquinas de los golpes accidentales y del uso -precisamente para rematar las esquinas es necesario cortar el rodapié a inglete; a diferencia de los marcos de las puertas que el corte debe ser recto-. Los rodapiés pueden medir entre 7 y 14 cm de altura, pueden ser lisos o tener pequeñas molduras y se eligen del mismo material que el revestimiento del suelo.
Para su instalación, en el caso de un rodapié de madera, existen varios modos de colocación: o bien utilizando clavos, o mediante clips de fijación o pegándolo con un adhesivo de montaje.
- ¿Qué es un cubre zócalo? Igualmente es un elemento rectangular fabricado en múltiples materiales, colores y acabados, cuya función es tapar un rodapié. El cubre zócalo es una moldura especial que cubre el rodapié, con la peculiaridad de tener forma de L -a diferencia del rodapié cuyo remate superior es recto-. Por lo tanto, un cubre zócalo es un elemento para revestir el rodapié. Por ejemplo, se utiliza cuando tenemos instalado anteriormente un rodapié de cerámica (por ejemplo, de obra) y se quiere cambiar por uno de madera; en ese caso es más sencillo colocar un cubre zócalo por encima del rodapié que retirar el rodapié antiguo. Así se sigue protegiendo la parte inferior de las paredes manteniendo el mismo estilo que el nuevo suelo.
Para su instalación, se necesita pegarlo con un adhesivo de montaje.
Los materiales más comunes de los rodapiés y cubre zócalos para suelos laminados o de madera, son MDF, madera de pino y sintéticos. Los puedes encontrar en todos los colores y diseños apropiados a nuestros gustos y necesidades.
Entre la gran variedad existente hay ciertos aspectos que pueden decantar la balanza a la hora de elegir el rodapié o cubre zócalo que estás buscando. A continuación, te exponemos algunas particularidades que pueden tener las piezas si estás buscando alguna característica en concreto.
- Según el acabado del canto, los rodapiés se pueden clasificar en rectos o redondeados. La elección de uno u otro tipo solo responde a preferencias estéticas.
- Antihumedad. Son aquellos que concretamente están fabricados con materiales especialmente sometidos a un tratamiento hidrófugo que permite resistir la humedad y pequeñas posibles filtraciones de agua, es decir, los compuestos por MDF hidórfugo.
- Alto especial decorativo. Los rodapiés con alto especial decorativo pueden tener dos singularidades: por una parte, pueden contar con una moldura de diseño, a modo de pequeña cornisa muy decorativa y, por tanto, romper con las líneas rectas y básicas de los rodapiés estándar; y, por otra parte, este tipo de rodapiés tienen una mayor altura que puede alcanzar los 12 o los 14 cm -la altura de los rodapiés estándar oscila entre los 7 y los 8 cm-.
- Los rodapiés lacados son los que están pintado con laca, convirtiéndolos en más resistentes por la dureza de la laca y brindándoles un brillo y una tersura muy estilosa a modo de barniz.
- Y la opción más práctica es la del rodapié con pasacables porque está preparado para poder mover los cables y ocultarlos en su interior gracias a una ranura que lleva en su reverso. De este modo se evita tener que poner canaletas o dejar a la vista los cables que recorren la estancia.
¿Qué rodapié o cubre zócalo debo escoger estéticamente hablando? ¿Rodapié blanco o a juego con el suelo laminado? Existen varias opciones y cada una tiene sus ventajas para resaltar la parte decorativa que más te interese en tu hogar.
- Habitualmente se escogía el color del rodapié coordinado con el mismo acabado que el suelo laminado que se pusiese en la estancia, de ahí que haya tantos colores como tonos de madera -desde los tonos madera natural, hasta los rojizos, pasando por los grisáceos-. De este modo se consigue una continuidad en la franja horizontal de la estancia.
No obstante, también se pueden jugar con los contrastes y elegir el rodapié de un tono más oscuro que el suelo para crear resaltes de colores.
- Ese estilo también hace que haya rodapiés a juego con los suelos laminados que imitan otros materiales como el caso de los laminados que reproducen el aspecto de las baldosas hidráulicas, por ejemplo.
- Pero hay una opción alternativa que está creando moda en la actualidad y que cada vez tiene más adeptos. Se trata de poner rodapiés de color blanco con independencia del suelo laminado que se haya instalado. Esta es una gran elección para quienes quieren ampliar visualmente el espacio del suelo y darle continuidad a las paredes blancas con un rodapié que pase desapercibido y que no enmarca el corte entre suelo y tabique. Ya es muy habitual verlos en espacios de estilo nórdico y en hogares donde las puertas también son blancas, de modo que el conjunto final rezuma una gran unidad entre los diferentes elementos, además de claridad y pulcritud.
No obstante, no te preocupes si quieres optar por esta opción y tus paredes son de otro color distinto al blanco; también puedes poner un rodapié blanco. Aquí te mostramos cómo quedaría. ¿Te animas a probarlo en tu casa?
Como ya hemos mencionado, existen dos tipos de instalación para colocar estos elementos de protección en suelos laminados y de madera. Por una parte, pegado y, por otra, con clips de fijación.
- El sistema de pegado consiste en aplicar el adhesivo de montaje sobre el reverso del rodapié, para luego presionarlo durante unos segundos sobre la superficie a pegar; también puedes ayudarte y golpearlo con maza de goma para lograr una perfecta adherencia.
- El sistema de fijación con clips no está disponible para los cubre zócalos y algunos modelos de rodapié. Consiste en colocar los clips en la pared y después encajar sobre ellos el rodapié. Su gran ventaja, respecto al otro sistema, es que la fijación en clip permite que se pueda retirar el rodapié tantas veces como sea necesario, por ejemplo, si queremos pasar un cable por su interior.
Si ya has hecho tu elección y quieres aprender a colocar un rodapié te dejamos el paso a paso para que te resulte muy sencillo.